Antes de una operación de cirugía estética, el primer paso es tener una consulta con su propio cirujano plástico. En esta primera visita, el cirujano/a valorará su caso personalmente valorando su historia médica y anatomía, informará sobre la técnica quirúrgica a desarrollar y sobre las expectativas que debemos esperar de la cirugía.
Así mismo, se debe de informar a la paciente sobre las posibles complicaciones de la misma. De esta manera, la paciente podrá plantearle al cirujano todas las dudas que tenga al respecto de la cirugía, postoperatorio y revisiones.
Cada tipo de cirugía estética tiene unas características específicas como tipo de anestesia, duración, postoperatorio… pero también existen una serie de características comunes en todas ellas.
Preoperatorio
En cuanto al preoperatorio, para realizar una cirugía estética, el paciente debe de estar sano o en el caso de padecer una enfermedad crónica como diabetes o hipertensión, esta debe de estar controlada. Para estudiar el estado de salud del paciente, siempre se debe realizar un estudio preoperatorio, específico según el tipo de cirugía que se vaya a realizar, así como teniendo en cuenta las características y antecedentes del paciente que va a ser intervenido.
De esta manera, tanto el cirujano como el anestesista tendrán información acerca de la salud del paciente previo a la intervención. Es imprescindible realizar una analítica general que incluya pruebas de coagulación, y dependiendo de la cirugía, el estudio se completará con ecografía de mama o abdomen, mamografía, electrocardiograma, radiografía de tórax…
Además, es importante que el paciente no tenga sobrepeso y que evite fumar antes de la cirugía y en el postoperatorio, puesto que el tabaco se ha demostrado que influye negativamente en la coagulación y cicatrización.
También, antes de su cirugía estética, la Ley de Sanidad, obliga a la firma de un consentimiento informado por parte del paciente, donde se informa al paciente de los riesgos y protocolo de la intervención.
Postoperatorio
En cuanto al pos-operatorio de una cirugía estética es bastante diferente según el tipo de intervención que hayamos realizado.
- Al realizar una cirugía mamaria, ya sea un aumento o una reducción de mamas, necesitamos que las pacientes dispongan de 15 días tras la intervención, en los que si bien no es imprescindible realizar un reposo absoluto, sí que es importante estar en reposo relativo, sobre todo de brazos, para permitir una correcta cicatrización y posicionamiento de las prótesis en el caso de los aumentos mamarios. Durante el primer mes la paciente deberá de dormir boca arriba en la cama y mantener el sujetador puesto de día y de noche.
- En el caso de la abdominoplastia, el reposo es la clave del éxito del postoperatorio. Las dos primeras semanas tras la cirugía la paciente deberá de hacer un reposo casi absoluto, después, comenzará a dar pequeños paseos por casa, aún sin hacer esfuerzos ni cargar pesos, durante dos semanas más. Deberá de llevar una faja compresiva durante el primer mes pos-operatorio, que facilitará que desaparezca la inflamación y que los tejidos se readapten tras la cirugía. Así mismo, deberá de dormir boca arriba, al principio con las rodillas un poco flexionadas y el cabecero de la cama elevado, para evitar que haya tensión en la zona de la cicatriz.
- El pos-operatorio de la cirugía de párpados (blefaroplastia) es más corto, se precisa una semana de reposo relativo tras la intervención, evitando realizar esfuerzos. El frío local y mantener el cabecero de la cama elevado, ayudará a que la inflamación disminuya con mayor rapidez. Tras la primera semana, retiramos suturas y comenzamos con masajes de drenaje linfático para que la paciente pueda incorporarse rápidamente a su vida normal.
- En el caso de la cirugía de las orejas (otoplastia), el papel más importante lo tendrá la ferulización con felpa, que se le pone al paciente tras la retirada del vendaje a los dos días de la cirugía y se le mantiene las dos primeras semanas durante las 24 horas del día, posteriormente deberá de llevarla durante otras dos semanas pero pudiendo descansar (se la puede quitar para ir al colegio o al trabajo)
- Al realizar una liposucción, el paciente saldrá de quirófano con una faja, que le comprimirá la zona tratada, y que no podrá quitarse durante la primera semana. Después, comenzaremos con masajes de drenaje linfático para reducir la inflamación y retención de líquidos que se asocian a esta cirugía, tras los cuales, repondremos la faja hasta completar un mes postoperatorio.
Todas estas cirugías tienen en común una serie de características: en todas ellas su cirujano deberá de pautarle de forma reglada tratamiento analgésico y anti-inflamatorio, para favorecer la recuperación y evitar el dolor y tratamiento antibiótico, para evitar la infección, así como un protector gástrico y otros fármacos en función de la cirugía que se vaya a realizar.